Novela 1940-1975

La narrativa española del siglo XX: desde 1940 hasta los años 70

Marco histórico, social y cultural.

Desde el final de la Guerra Civil y comienzo de la dictadura de Franco (1939) hasta 1950 aproximadamente, España queda política, social e intelectualmente aislada de la comunidad internacional; la censura caracteriza la vida cultural y la autarquía, la económica. Gran parte de la población, sobre todo rural, vive en condiciones de miseria (racionamiento, higiene deficitaria, falta de infraestructuras y servicios).

En la década de los 50 comienza una etapa de cierta apertura política y económica. España ingresa en la ONU (1955) y durante los años 60 hay una mayor influencia extranjera: se moderniza la industria y mejora la calidad de vida. El crecimiento económico hace que se produzcan grandes desplazamientos migratorios hacia las zonas más industrializadas (Madrid, País Vasco, Cataluña). Crecen así las desigualdades regionales y, en lo político, se hace más visible la oposición al régimen franquista.

Desde el punto de vista cultural, la Guerra Civil supone el final de las tendencias artísticas anteriores. Muchos literatos españoles desarrollarán su labor creativa desde el exilio (México, Argentina, Francia), exilio al que se ven abocados por sus ideas políticas o su desacuerdo con el régimen franquista y los que se quedan en España están limitados por la censura.

Con la muerte de Franco (1975) se inicia la transición hacia la democracia, que culmina en 1978 con la promulgación de la Constitución actual.  

    La literatura de este periodo suele analizarse por décadas:

DÉCADA DE LOS AÑOS 40: El realismo existencial y el tremendismo

   -Aspectos que hay que tener en cuenta y que condicionan el ambiente literario en general y el novelístico en particular: la dictadura franquista, la censura y la incomunicación cultural con el extranjero.

Tendencias de la novela:

*Realismo existencial: ofrece el testimonio de una sociedad inmersa en un ambiente física y moralmente degradado. Las novelas reflejan la angustia vital a través de unos personajes desesperanzados. Ejemplo de esta tendencia es la novela titulada Nada, de Carmen Laforet, cuya protagonista es una joven que va a estudiar a Barcelona, a casa de unos parientes derrotados en la Guerra Civil, en una ciudad gobernada por la tristeza, el desencanto, la mezquindad… por el vacío, la “nada”.

*Tremendismo: presentación de situaciones desagradables y violentas con extrema crudeza y un lenguaje bronco y desgarrado. El ejemplo más destacado es La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, en la que el protagonista, condenado a muerte por asesinato, narra con aspereza acontecimientos de su vida, de la que se arrepiente, aceptando con resignación su próxima ejecución.

DÉCADA DE LOS AÑOS 50: El realismo social

Esta tendencia suele subdividirse en objetivismo y realismo crítico, corrientes en las que hay compromiso social, pero en el caso del objetivismo la crítica está implícita en el reflejo fiel de la realidad, las conductas y diálogos de los personajes sin comentarios o valoraciones del autor…; mientras que en el realismo crítico, esa crítica es más explícita. Una de las obras más representativas del objetivismo es El Jarama de Sánchez Ferlosio y en el ámbito del realismo crítico se sitúan Central eléctrica de Jesús López Pacheco y La zanja de Alfonso Grosso.

Se trata de una literatura comprometida ideológicamente que pretende la transformación de la sociedad, que critica, de manera más o menos evidente, las injusticias, plasmando la vida cotidiana de las clases populares y burguesas.

Cuenta con un protagonista colectivo (clase social concreta, grupo de obreros, de campesinos, de jóvenes, etc.), y en ella abundan los diálogos con un vocabulario sencillo y directo, con abundantes coloquialismos.

El narrador utiliza la tercera persona omnisciente y las novelas poseen una estructura clara: narración lineal, cronológica, y espacios reducidos.

Autores y obras representativas del realismo social son: La colmena, Camilo José Cela; El camino de Miguel Delibes; Los bravos, Jesús Fernández Santos; Juegos de manos de Juan Goytisolo.

A Camilo José Cela debemos la obra más ambiciosa encuadrada en esta tendencia del realismo social: La colmena, cuya publicación fue prohibida en España y apareció en Buenos Aires en 1951. Sitúa la acción en Madrid y muestra en estampas rápidas el día a día de múltiples personajes grises y vulgares, con su carga de miseria y miedo, hostigados por el hambre, el deseo de medrar y el sexo.   

DÉCADA DE LOS AÑOS 60 (hasta 1975): Realismo crítico y novela experimental

Características principales de este periodo son:

-Renovación del lenguaje literario, preocupación por las técnicas narrativas y las cuestiones de tipo formal con el fin de elevar la calidad estética de las obras.
-Sin abandonar los contenidos de tipo social, hay una mayor preocupación por el ser humano en su totalidad, sus circunstancias vitales, sus reflexiones, etc.
-A tal renovación formal contribuye el conocimiento, por parte de nuestros novelistas e intelectuales, de la literatura europea, la norteamericana y la hispanoamericana. Se inicia una apertura hacia el exterior, al tiempo que se relaja la censura.

Obras más importantes: Señas de identidad, de Juan Goytisolo, Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes, La saga / fuga de J.B., de Gonzalo Torrente Ballester y, sobre todo, Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, en la que vuelve a  aparecer un protagonista individual, un médico investigador, rodeado por otros muchos personajes pertenecientes a distintos grupos sociales (desde los habitantes de las chabolas suburbiales hasta la alta burguesía). Pero en la novela, más que la trama argumental, interesan los constantes comentarios de un narrador omnipresente, la complejidad de la estructura y un estilo literario que se sirve de un léxico culto y que está muy alejado del realismo precedente.

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